"Cuando preguntan ¿QUÉ TAL?, sin que interese la respuesta"
- Mario Peña
- 18 feb 2018
- 1 Min. de lectura

Si hay algo que me me molesta, es el socorrido saludo ¿Qué Tal? cuando el que me lo dice no pretende escuchar mi respuesta ni mucho menos. Y aquí incluyo a sus mellizos ¿Cómo Va?, ¿Qué Tal Todo? ó ¿Qué Tal Va?, me da igual uno que otro.
Me lo dicen cuando me cruzo en el trabajo con algún compañero, cuando coincido con un vecino en el ascensor o en cualquier entorno donde el que tengo enfrente tan apenas me conoce y donde le es indiferente como me va o no me va. Y pienso, entonces… ¿para que dices nada?
Si alguna vez he picado y he intentado responder a este simulacro de conversación, siempre me han dejado con la palabra en la boca y he tardado un rato hasta que he recuperado la cara de tonto que se me había quedado.
Por ello, cuando ahora me sueltan el profundo saludo, les contesto rápidamente y en un alarde poético, según el caso:
¿Qué tal?: Fenomenal.
¿Cómo va?: ¿Quién, Alí Babá?
¿Qué tal todo?: Morrocotudo
¿Qué tal va?: Va que va.
Espero que después de este breve intercambio de palabras, piensen “éste tío es tonto” y cambien de discurso cuando vuelvan a verme.
Comments