"Todos venden EXPERIENCIAS..."

Ya nadie nos vende productos o servicios en su negocio, ahora nos venden EXPERIENCIAS.

En las agencia de viajes, nos ofrecen momentos inolvidables para nuestra próxima aventura. En el bar no es sólo beber y comer algo, ofrece amistad, tertulias y placeres gastronómicos para los sentidos. En la librería, emociones, suspense y drama. En las tiendas de ropa, nos envuelven en diseño, belleza y seducción. Red Bull ofrece aventura y riesgo, cerveza Damm un estilo de vida mediterránea, sana y al aire libre, Coca-Cola un estilo de vida saludable y Starbucks ofrece un estilo de vida. Los parques de ocio, ya ni te cuento el sueño de fantasía que ponen a nuestra disposición en el momento de traspasar sus puertas. Y hasta en nuestro banco, ya no conceden hipotecas, te ofrecen el acceso al hogar que siempre has soñado.

Pues que sepan todos los que venden este discurso de marketing emocional como algo “cool”, “wow” o como le quieran llamar ahora, que este concepto funciona desde 1940, con la teoría de la “pirámide de necesidades” de Abrahan Maslow.

Por cierto, nada más acabar este artículo, me bajé a la tienda a comprar un champú, y mira por donde, no me vendieron un champú cualquiera, me vendieron un Herbal Essences, toda una “experiencia orgánica”. Que por cierto, después de recordar el anuncio que hacían en la tele y su provocativo juego de palabras “experiencia orgánica/orgásmica”, cada vez que uso el champú, me hace sentir fatal pensando que le estoy poniendo los cuernos a mi señora.

Que me perdonen, pero estamos perdiendo el norte.